sábado, 27 de agosto de 2011

FABRICANDO NUESTRAS PROPIAS DROGAS,SOMOS UNA FABRICA DE DROGAS

¿SABIAS QUE PUEDES PRODUCIR TUS PROPIAS DROGAS, SIN TENER QUE SEMBRAR AMAPOLAS, MARIHUANA O COMPRAR ANFETAMINAS O COCAÍNA?

 


 

Pues si, asi es nuestro mediante el cerebro, movido por las emociones, produce sustancias químicas que hacen que la persona eleve la autoestima, experimente sensación de euforia, se sienta animado, alegre y vigoroso, sin necesidad de tomar, inyectarse o fumar nada, alguna sustancia desconocida. Estas sustancias que produce el cerebro, denominadas hormonas endógenas (ya que se producen en la corteza cerebral) bien podrían llamarse "drogas de la felicidad". Algunas de ellas son:


La oxitocina, que se produce cuando existe un amor pasional y se relaciona con la vida sexual.


La dopamina, que es la droga del amor y la ternura.

 

La fenilananina, que genera entusiasmo y amor por la vida.

 

La endorfina, que es un trasmisor de energía y equilibra las emociones, el sentimiento de plenitud y el de depresión.

 

La epinefrina, que es un estímulo para el desafío de la realización de metas.

Si hay abundancia de estas hormonas endógenas, hay inteligencia emocional e interpersonal; la persona se siente ubicada, sabe quién es, a dónde va; controla sus emociones, conoce sus habilidades y sus talentos y se siente dueña de sí misma.



¿Pero cuándo y cómo se crean estas drogas internas?


Se han realizado descubrimientos como estos:Cuando una mujer va a dar a luz, se vuelve altamente dopamínica; es decir, genera una cantidad enorme de dopamina (la droga del amor y la ternura). 


Cuando estamos enamorados, la dopamina aumenta 7000 veces su cantidad, acompañada de la oxitocina, responsable de la pasión sexual y de las fenilananinas, responsables del entusiasmo, bloqueando el aspecto de la lógica y la razón.

 

En los recién casados, se produce gran cantidad de oxitocina, que es responsable del amor pasional. Por eso ellos irradian felicidad, se sienten plenos, alegres y motivados.



Como vemos, la felicidad no es algo vago e impreciso, ni una sensación nebulosa: es el efecto de un flujo correcto de sustancias químicas que proporcionan al ser humano su equilibrio físico y psíquico. Así, la felicidad se puede incrementar por medio de las siguientes actitudes o actividades, todas productoras de estas "drogas" internas: Amar y disfrutar apasionadamente lo que hacemos. Tener relaciones con personas que nos motivan y enriquecen nuestra fuerza vital.Tener una autoestima positiva y un sentido del valor personal. Trabajar y lograr pequeñas o grandes metas. Descansar y dormir profundamente. Manejar adecuadamente el estrés.Hacer ejercicios regularmente: "mente sana en cuerpo sano".

Recordar los momenos felices de nuestra vida, ya que en esos momentos la mente no distingue entre lo real y lo imaginario.

 

 

El secreto está dentro de nosotros. Sentirnos felices es, en parte, una cuestión de actitud hacia la vida: las drogas de la felicidad no se consiguen en el exterior, sino que son creadas mediante una vida llena de amor, entrega, optimismo, ejercicio, satisfacción personal ante el logro de metas y vocación y devoción por lo que se hace....

 


LA QUIMICA Y EL SEXO


La Química en el sexo

La química también interviene cuando la persona se siente atraída sexualmente por otra. Su cerebro envía una señal química a la hipófisis, provocando la liberación de hormonas sexuales (estrógenos y progesterona, por ejemplo). En consecuencia la respiración aumenta 30 ciclos por minuto, la sangre se "alborota" y acumula en sitios como los labios, las mejillas, la vagina y el pene, facilitando la excitación

 

El ritmo cardiaco aumenta hasta 100 pulsaciones por minuto, los pezones se ponen firmes y la glándula del timo segrega timina en mayor cantidad elevando el estado de ánimo. Una relación sentimental donde el factor pasión es preponderante, dura entre los 90 y 180 días como máximo.

 




 El término de una relación involucra a la química

 

Trás la bajada del nuetrotransmisor que nuestro segrega la Feniletilamina, las personas pueden sentirse cada vez menos enamoradas, pero si a esto le agregamos que se han dejado llevar por el sentimiento sin darle el espacio que se merece al raciocinio, seguramente experimentarán insatisfacción, frustración, separación e incluso el odio.

Cuando la relación de pareja se rompe, se involucra ciertas sustancias químicas; el nivel de feniletilamina se derrumba y el cuerpo experimenta una especie de "síndrome de abstinencia" que coincide con el ansia de comer chocolate (rico en feniletilamina) que sienten muchas personas tras una ruptura.

 


Hace 22 años, se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas.

 

Científicamente entonces, existe una química interna que se relaciona con nuestras emociones, sentimientos y conductas; ya que hasta el más sencillo de ellos, está conectado a la producción de alguna hormona.

 

Sin embargo, si queremos conservar aquella pareja que nos ha hecho liberar una gran cantidad sustancias químicas y ha provocado que nos comportemos y sintamos de manera diferente, es necesario buscar formas efectivas de convivencia y luchar para que el proceso deje de ser meramente químico.


                                                          






EL AMOR Y LA QUÍMICA

EL AMOR Y LA QUÍMICA

 

¿Te ha pasado que cuando ves a una persona por primera vez, comienzas a sudar como nunca, tienes palpitaciones, tus manos tiemblan, te ruborizas, sientes ese cosquilleo en el estómago; se te va la onda, tartamudeas y comienzas a reirte de la nada?. 

 

Bueno pues esto indica nada más y nada menos que aquella persona que esta frente tuyo es bioquimicamente tu media naranja. Es a quien has estado esperado por mucho tiempo. Esta sensaciones tienen su porque en fundamentos psicológicos y físicos que se van construyendo desde la niñez.

Antes de que una persona se fije en otra, ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra.

 

El sexólogo John Money considera que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad, en base a las asociaciones con miembros de su familia, amigos, con experiencias y hechos fortuitos. Así pues antes de que el verdadero amor llegue a tí , tu ya elaboraste sus rasgos esenciales, es la persona ideal a quien amar.

La Química del amor

Esa especie de fascinación que hace que dos seres se queden "enganchados" con gran necesidad de interactuar y conocerse más se le llama "La química del amor". Se refiere a un conjunto de reacciones emocionales en donde hay descargas neuronales(electricidad) y hormonales (sustancias químicas como dopamina y norepinefrina y bajos niveles de serotonina) además de ácidos, gases y olores. Todo ellos se mezclan creando una revolución interna que convierte lo racional en irracional, la prudencia en torpeza y la serenidad en nerviosismo. Son reacciones que explican buena parte de los signos del enamoramiento.


De la emoción al enamoramiento

Los hombres, son los que parecen ser más susceptibles a la acción de las sustancias asociadas al amor. Ellos se enamoran más rápida y fácilmente que las mujeres.

 

El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la FENILETILAMINA, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas que tiene la capacidad de aumentar la energía física y la lucidez mental.

 

El cerebro responde a tal compuesto con la secreción de dopamina(inhibe el apetito), norepinefrina y oxitocina, provocando que los enamorados puedan permanecer horas conquetéandose, haciendo el amor o conversando sin sensación alguna de cansancio o sueño. Estos compuestos ayudan a forjar lazos permanentes entre la pareja tras la primera oleada de emoción y por si fuera poco hasta fortalecen el sistema inmunológico. En caso contrario, a las personas que tienen menos receptores cerebrales de los que se necesitan para recibir la oxitocina, se les dificulta establecer lazos permanentes con su pareja.

Lamentablemente el período de enamoramiento no es eterno, perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias. Es entonces cuando comienza una segunda fase donde estan presentes otro tipo de sustancias químicas como las endorfinas de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos; los que confieren la sensación común de seguridad, comodidad y paz, dando lugar a la etapa del apego.

martes, 16 de agosto de 2011